marzo 21, 2006

Four days

Si bastasen cuatro días
para cambiar el mundo
sólo pido la mitad
de un día para olvidarte.

Si con cuatro días
tenemos para viajar
al otro lado del planeta
que no pediría yo

..y de cuatro sólo uno
para caminar lejos de aqui
sin tus pensamientos
en mi corazón

Cuatro días me encontraron
entre estas cuatro paredes
sin memorias de tí
sin señales de mí aún...

Y aunque parezca
que no pertenecerme
sea sólo un pasaje oscuro
que debo atravesar
lentamente
inerme
lejana.. ausente..

Cuatro días bastarán
no para salvar el mundo
no para viajar lejos de tí
just four days will do it...

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my happines is in myself
believe it or not
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marzo 06, 2006

Hoy no hay poesía

Alguien me comentaba hoy que si un adolescente pasa horas frente a la computadora y se aísla de la gente (de hacer amigos en persona) no era bueno para su salud. Eso me hizo pensar en las horas que usualmente le dediqué a este medio durante mis épocas negras y lo mucho que me ayudó andar entre la comunidad virtual que parchadamente he visto construirse a mi alrededor.

Se me va la vida en estar alcanzando hilachos del mundo -real y virtual-. He estado organizando mi vida social y mis visitas de doctor a la gente que quiero. Estoy de breves momentos a instantes de café con mi familia en casa y me dedico horas enteras a cuidar de mi integridad mental frente al televisor y los libros de medianoche.
He descuidado a mi familia virtual. Algunos me envían sus saludos y me extrañan. También los extraño a todos.. pero saben? es cansadisimo estar en el trabajo sentada por más de 12 horas frente al monitor y luego llegar a casa a lo mismo. Y vaya que el acumular correo virtual no genera basura, pero entre más hay más flojera da leerlo.

Los leo a todos, de ves en cuando, en mis breaks de la mañana y de la tarde, durante el intermedio entre la comida y las próximas horas del trabajo antes de que la noche caiga. No los visito en sus comentarios, pero los valoro en cada coma, cada punto y aparte, cada letra que cae pegada a mi experiencia viva.

Aunque les conozco la cara por una fotografía de dos dimensiones puesta en pantalla, misma ropa, misma expresión y posiblemente la mejor perspectiva que ofrecemos de nosotros mismos sé que conozco más de sus almas y espíritus, de las auras que me rodean en el teclado y que destellan luz en mi pantalla. Me irradian su energía, me contagian de sus sentimientos.

Ah que buenos momentos paso con ustedes cuando el tiempo corre lento mientras corro por los vecindarios y abro un poco las puertas de sus vidas.
Gracias por compartir.
Hoy no hay poesía versada.
Pero hay poesía en sus vidas, de nuevo gracias por ese regalo.