octubre 01, 2005

Día Cero


Octubre 1, 2005

Hoy amanecí enferma todavía, aunque no podía dilucidar si era físico o solamente esa sensación de vacío que me llena cada vez que te incluyes como personaje principal en mi sueños. Ahí estabas de nuevo, abrazándome fuerte y compartiendo mi alma en un espacio sin sentido que mi subconsciente creó en unos minutos para nosotros dos.
También estaba mi conciencia -en la forma de mi madre- que me toma de un brazo y me pregunta si aún así quiero seguir adelante con los intentos de retenerte, si ya sé que lo que más quieres es irte de ahí, pero sé que es mi sueño y por eso te quedarás.

Entonces cuando la realidad llega en las horas semioscuras de la mañana, me vuelvo a sentir enferma, un poco asqueada de mi misma por no poder superar la idea de no tener mi destino controlado.

Todo el día deprimida, incluso, me descubrí a mi misma asesorando alegremente un trabajo de tesis mientras por dentro solo quería tirarme por la ventana o arrojar mi cara en la computadora y acabar con todo.
Es un poco bizarro estar consciente de la idea de un suicido y al mismo tiempo seguir trabajando y platicando como si nada pasara.

Ayer leí en una novela, sobre un chico que puede ver las mentes de otras personas como si tuviera una ventana abierta a ellas. Yo puedo ver mi mente a través de una ventana, un poco borrosa, pero la puedo ver, atrás de ella estoy fingiendo que río y eso es lo que pueden ver los extraños. Mi familia se da por enterada pero cierran los ojos a la realidad.

Si yo tuviera 17 años y viviera en Estados Unidos, en una película de drama barata, ya me hubiera suicidado, pero no creo que suceda, aunque mi ansiedad sigue estando presente y parece que lentamente muero, muere mi espíritu y mis ansias por vivir feliz.

Imagino tantas cosas cuando no estoy escribiendo que quisiera poder grabarlas y transferirlas posteriormente, pero es demasiado fácil olvidar cuando estás triste.

Hoy visité una pequeña Feria del libro en el parque a la vuelta de mi casa. He buscado palabras de consuelo en libros de superación que se repiten a sí mismos. Nada.
Pero encontré otras cosas interesantes, así que supongo que mi amor por la literatura y los libros sigue salvándome de dejar este mundo atrás.

Parece mentira que yo hable de temas tan extremistas como es la muerte, pero en realidad, creo que tiene mucho tiempo ocupándome el pensamiento y solamente necesito externarlo y como todo, al salir, empezará a diluirse entre todos los pensamientos que dejo fluir libremente.

El día ha terminado. Mañana veremos lo que nos depara el destino.

12:07 am del 2 de Octubre.
ss

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